Emprender en el siglo XXI, emprende hoy
José Carlos Sánchez es un catedrático de la Universidad de Salamanca que estuvo de visita en Uruguay. Su especialidad son las temáticas de emprendimiento y su relación con la innovación, las nuevas modalidades de trabajo y la educación como pilar fundamental para fomentar una cultura emprendedora sólida. Entrevistado por Pro Universitarios, Sánchez habló acerca del momento que viven las iniciativas de emprendimiento en el mundo y la coordinación que debe existir entre gobierno y sociedad civil para que éstas prosperen.
En el marco del IV Congreso Internacional de Emprendimiento, la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la UdelaR recibió al Dr. José Carlos Sánchez, integrante de la Cátedra de Emprendedores de la Universidad de Salamanca (CEUSAL) y coordinador del Congreso. Sánchez es Presidente de la Asociación para la Investigación, Formación y Desarrollo del Emprendimiento (AFIDE), la institución que organizó el evento y que se encuentra trabajando en estrecha colaboración con la Red Temática de Emprendedurismo en UdelaR (EMPRENUR), la cual involucra a miembros de diferentes facultades además de Ciencias Económicas.
¿De qué manera se logra un fomento real de la cultura emprendedora en la sociedad?
A nivel estatal, actualmente existen muchas iniciativas en cuanto a emprendimiento. Sólo si logramos una coordinación real seremos capaces de fomentar esta cultura emprendedora. Esto no quiere decir que para tener este tipo de actitud las personas deban montar un negocio, sino que muestren un comportamiento proactivo. Por otro lado, es necesario tratar mucho más el tema educativo. Yo creo que el emprendimiento es un tema de actitud y que desde la educación primaria ya se puede empezar a trabajar. Los estados pueden lograr un aporte muy importante si definen políticas concretas. Y lo tienen muy fácil. En el caso de España, la política es incorporar las competencias de emprendedurismo dentro de los programas educativos.
¿Existen sociedades que tienen un perfil más emprendedor que otras?
Sí. Eso está comprobado y demostrado por estudios internacionales realizados con frecuencia anual. La cultura emprendedora se va transmitiendo de generación en generación. Todos somos emprendedores potencialmente. El tema es desarrollar esa potencialidad. Y el tipo de emprendimiento que las una persona desarrolle, así como el éxito con el que lo lleve a cabo, tiene que ver con su personalidad.
¿Cómo ubicaría a Uruguay dentro de ese esquema de sociedades proclives al emprendimiento?
Uruguay tiene potencial, pero hay que estructurarlo de una forma mucho más adecuada. Por ejemplo, me ha sorprendido que no existan políticas educativas que fomenten las competencias transversales de las que hablábamos antes. Éste es un tema que hay que empezar a trabajar en las escuelas para continuar el camino en la educación media y las universidades. De acuerdo a estudios internacionales, Uruguay es de los países con más baja tasa de actividad emprendedora en Latinoamérica. Es necesario instaurar políticas adecuadas que contribuyan a su desarrollo en este sentido. El potencial está. Sólo hay que encausarlo.
¿Cuáles son aquellas competencias transversales a las que usted relaciona con el emprendimiento?
Hay muchas características de personalidad y habilidades que podrían entrar en esa categoría, pero las que más sobresalen son la proactividad, la auto-eficacia, la capacidad de tomar riesgos, la tenacidad, la flexibilidad, saber tomar decisiones y trabajar en equipo. De todas formas, entendamos algo: no queremos crear superhombres. Porque a veces se entiende que un emprendedor tiene que ser eso, y no es así. Simplemente tiene que tener algunas características concretas y poder desarrollarlas. Se trata de crear una mentalidad. Que una persona tenga fe en sí misma es muy importante. Y algo más: trabajo duro. Porque algunos quieren ser emprendedores porque tienen referentes exitosos y creen que van a ser como ellos de la noche a la mañana. Eso no es así. Como sociedad, muchas veces ofrecemos la imagen del emprendedor como superhéroe, y de esos, los hay escasos. Tenemos que ir al emprendedor de la calle, del día a día, el que ha montado su propio negocio desde abajo. Eso es un emprendedor.
¿Cómo ve el futuro del trabajo independiente como un camino de desarrollo profesional y personal?
Lo que se está viendo en cuanto a la evolución de la sociedad es que el concepto de trabajo ha cambiado. La idea del funcionariado y el trabajo de por vida también está cambiando. Por las crisis económicas que estamos viendo en todo el mundo y otros factores, cada vez hay menos trabajo de este tipo. Hay un 30% de personas que optan por el autoempleo el trabajo por cuenta propia. Hoy en día, los centros universitarios deben saber aportar a sus estudiantes nuevas formas de trabajo. Los recursos tecnológicos que tenemos hoy -y en particular, internet- dan lugar a una nueva forma de trabajo.
¿Cuál es la situación europea en relación a estas nuevas modalidades de trabajo?
Europa es un continente viejo y allí existe una gran preocupación por el desempleo en los jóvenes. En el caso de España, la tasa de desempleo joven es muy alta. Más del 40% de los jóvenes no tienen trabajo. Por eso es que Europa está estableciendo políticas de fomento del autoempleo en jóvenes, como prácticas laborales a modo de primera experiencia en empresas extranjeras, pagándoles el salario correspondiente. Yo aconsejaría siempre a cualquier emprendedor que antes de poner una empresa, tenga una experiencia de trabajo dependiente.
¿Hoy cuesta más que los jóvenes se adapten a una estructura organizacional?
No, no cuesta más. Lo que sucede es que vienen con una mentalidad diferente. Estamos entrando en lo que se llama la Generación Z. Hoy en día, los jóvenes de 12 o 13 años están teniendo unas herramientas que han cambiado su forma de respuesta. Van a otra velocidad y son mucho más dinámicos y activos. Sus conexiones neuronales son diferentes a las nuestras porque se están educando en estas nuevas tecnologías que están cambiando a la sociedad.
“Tenemos que ir al emprendedor de la calle, el que ha montado su propio negocio desde abajo. Eso es un emprendedor”.
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